Sin duda, cada vez que veo reportajes con detalles tan bellos como el que os traigo hoy, no entro solo a analizar esos detalles decorativos (que para eso me va en la sangre) si no en la belleza con la que el fotógrafo se encarga de captar de una forma inédita un sentimiento, un detalle o la potencia de un color que de otro modo hubiera pasado casi desapercibido.
Hoy se trata de un reportaje post-boda. (creo yo) en una ambientacion creada a partir de la inspiración natural, y a las afueras, y basada en ese encamto, llamemosle San Patricks, donde el fervor verde, la naturalidad, y el aire vintage se encargan de dar protagonismo a una novia tan bella como esta.
Disfrutar de este reportaje que espero que os inspire y del que seguro que mas de uno cogeréis detalles para vuestra boda.
Vale, que el fotógrafo tiene su importancia, pero una novia tan guaperrima como esta, pues que deciros….a todas no nos queda tan bien y natural este vestido o corona de flores. O no?
Un escenario enorme y tosco, que contrasta con la delicadeza de ella.
Y siendo en el campo, la forma de atrezzo se basa en la naturaleza. En el musco y los frutos otoñales, sirviendo estos en menaje vintage, que le da una gracia y una personalidad.