EL MIEDO AL VACÍO EN DECORACIÓN. COMO CONSEGUIR ESTANCIAS ACOGEDORAS

Cuando nos mudamos de casa, cuando decidimos renovar la decoración o cuando nos enfrentamos por primera vez a este trance siempre nos viene a visitar el miedo al vacío. Ese miedo escénico a dejar las cosas inacabadas. A que no nos hagan sentir como nuestro hogar. Esa sensación que pasa de largo cuando le falta calidez a un espacio, y que esta se entiende no solo por estar plagado de maderas, de piezas voluminosas o de textiles en cualquier rincón.

Esto se entiende por esa necesidad de conectar con un espacio donde la luz se pone a medias, donde los materiales trasmiten y donde sin duda, el tiempo se para, para dejarnos disfrutar de un buen café.

Ese momento, en el que poner ese no se que… que deja de lado ese eco irracional de espacios vacíos. De demasiada luz y que nos echa para atrás en según sean sus materiales.

Incluye colores cálidos, complementos textiles y composiciones dinámicas en tus paredes. Si ademas lo acompañamos de una buena iluminación, no habrá estancia que no parezca un hogar.

Hoy por ello, nos colamos en esta preciosa casa de aires nórdicos pero con un toque clásico, que en su justa medida, y con la integración de piezas recuperadas, consigue que cada rincón tenga ese aire elegante y acogedor.

Destacaría la composición, en la que como vemos, no pueden faltar plantas, flores o una bonita lampara que destaque la luz de día y de noche. Esta vivienda consigue que sus materiales y decoración nos hagan sentir como en casa. ¿O no?