Hoy no vamos a ver un home tour, hoy no vamos a perdernos en interiores familiares, hoy es viernes… y buscamos nuestro espacio. Hoy nos perdemos en la buhardilla, ese rincón tan preciado cuando somos pequeños, y que nos apetece conquistar imaginando en el nuestro refugio. La sensación de vivir en la buhardilla, y de tener nuestro mundo a parte, pero esta vez si… con un espacio único y especial.
Hoy visitamos un antes y después de actuación en la buhardilla, que pasa de ser un estudio de trabajo sin mas, a un mini apartamento en la casa familiar.
Un espacio que denota mucha luz, con manos de pintura que aligeran la estructura, o una colocación de piezas únicas, que intercalan la personalidad y el estilo con el paso del tiempo. Con esa combinación de elegantes complementos y donde se crea un entorno idílico sin nada que envidiar a un espacio suite.
Me encantan las combinaciones de color sutiles, la luz del espacio, o como ademas se crea un área tan única, acogedora y personal con una zona de living donde la luz natural parece multiplicarse por la colocación de pinturas y tapizados blancos.
Un resultado y un cambio ideal, ya lo veréis.